Éste estudio nos informa de los dos métodos favoritos de los hackers para robar contraseñas de Gmail. Concretamente, se indica que la mejor forma de hackear una contraseña sigue siendo el pishing. Este método te hace creer que estás visitando una página web legítima en la que introduces tus datos con total confianza, pero en realidad está enviando su usuario y contraseña a un ciberdelincuente. Según Google, entre el 12 y el 25% de los ataques de phishing logran su objetivo: hackear la contraseña de Gmail, o más bien lograr que el usuario la proporcione voluntariamente. Esta cifra ha aumentado debido también a la utilización de dispositivos móviles. También podemos encontrar entre los malware más importantes a los keylogger, que son es un tipo de software o un dispositivo hardware específico que se encarga de registrar las pulsaciones que se realizan en el teclado, para posteriormente memorizarlas en un fichero o enviarlas a través de internet. Aunque es la forma más veterana de robar una contraseña de correo, es menos efectivo que el phising.